Él, que en cada despertar me regala la primera sonrisa.
Él, que siempre me abraza cuando yo lo necesito.
Él, que me compra palomitas de colores en el cine.
Él, que me besa con sabor a fresa.
Él, que me arropa viendo amaneceres.
Él, que con su sonrisa me alegra el día.
Él, no existe.
Pero existirá! Y más les vale que existan pronto, hablo por mi parte y por la tuya, jajajaja.
ResponderEliminarQuizás no te compre palomitas de colores en el cine porque esté prohibido comerlas.
ResponderEliminarQuizás no te arrope viendo amaneceres porque te invite a vivir a su casa de Pago-Pago.
Quizás no te bese con sabor a fresa porque sea la única futa que no le guste.
Quizás no siempre te regale una sonrisa al despertar porque la mitad de los días madrugue más que tú para ir a trabajar.
Pero aparecerá alguien que te besará con sabor a coco, te regalará un dulce pensamiento cuando se vaya al trabajo y tu duermas, te quitará la ropa en lugar de arroparte y compartirá contigo una bolsa de chuches dando un garbeo por el parque.
Un saludo